17 de noviembre de 2010

Paraguas huérfanos de lluvia

Los días de lluvia siempre hay un considerable número de paraguas que miran sorprendidos hacia la persona que los sostiene, ya que sienten claramente que no hay agua que parar. Es curioso. Es una muestra más de cómo en ocasiones hacemos las cosas guiados por la masa, sin comprobar por nosotros mismos lo que está ocurriendo realmente. Si extrapolamos, seguro que encontramos un buen surtido de ejemplos. ¿Algún paraguas que quiera dejar aquí sus ideas? Perdón, quise decir algún amado lector...

4 comentarios:

Pluvisca dijo...

¡¡¡Cuantos dias!!!, me alegro de leerte.

Buena metáfora, yo añadiria por ejemplo, las gafas de sol,( con nubes) el abrigo,( a 24 grados pero es invierno) el...mogollón más...nos dejamos arrastrar por el mimetismo...

Besos

ÍndigoHorizonte dijo...

Muy bello lo que has escrito. Un paraguas buscando no un paragüero ni un portador de paraguas sino buscando el agua... Breve pero contundente y, por eso, aún más bello.

Reportera de interiores dijo...

Pluvisca

pues sí, yo también tenía muchas ganas de escribir! Y de leeros :). Pues sí, creo que hay unas cuantas... Un beso.

Indigo,

Gracias, bueno, más que buscar el agua alucina con su portador. Un beso sin paraguas!

Anónimo dijo...

También hay besos sin labios, y labios que nunca dieron un beso suplicando cada mañana a la persona que los sostiene...