29 de agosto de 2010

Hay canciones que me sobrecoge descubrir. Porque me parece imposible que no se hayan compuesto pensando en mí.


9 de agosto de 2010

Tirar con el corazón

Puede sonar un poco extraño, pero lo he descubierto hace unos días haciendo limpieza en un cajón. Había cosas que me resistía a tirar pese a no haberlas utilizado en mucho tiempo. Algo en mi cabeza me decía que debía guardarlo, que quizá un día... Mezcla de recuerdos con regalos con apegos... Uf! De pronto, empecé a escuchar a mi corazón y todo era más limpio, más directo. Quiero tirar eso; no sé bien por qué, quizá no sea lo mejor, blablabla, pero me apetece tirarlo. Qué liberación. Cuánto ponemos a veces en los objetos.

6 de agosto de 2010

Cómo me gustaría ser una raya de nube cuando me asalta la culpa



La culpa debe de ser algo congénito en mí. Quizá las monjitas que pusieron rejas a mi colegio tejieron en mí su tela de araña y en cuanto hay un pequeño resquicio por el que no llega el insecticida específico para ese tipo de redes, también llamado autoestima, caigo presa. Ya puede ser algo importante y de lo que realmente sea responsable o la cosa más banal. Es como estar vendida. En esos momentos, si tuviera que testificar en un juicio, seguro que lo haría en mi contra. Por eso, cuando la silla de la defensa se queda vacía, me encantaría ser una rayita de esas que veis ahí arriba. Cruzar la ciudad, llegar hasta el monte y allí seguir tumbada en el cielo, sin otra inquietud que ser una pincelada blanca, y pasar, pasar..., dejar que el viento me lleve . Sin más. Hasta una flecha de tráfico se escapó un rato del trabajo para señalar semejante espectáculo.