31 de marzo de 2007

En la Quinta de los Molinos

Domingo 25 de marzo

Pequeño estanque,
tu humilde fuente alimenta mis oídos.
El sonido del agua
es una caricia refrescante y calmante para mi alma,
que recibo,
con los ojos cerrados,
mientras escucho el calor del sol
que me baña
y lanza besos, desnudos, a mis mejillas
a mis párpados.
No puedo estar más agradecida.
Mi espalda
pegada al tronco de un árbol,
siente su firmeza, su acogedor apoyo.

Amor de la tierra
de la madre.
La sensualidad empapa sus creaciones
(¿o está en mis ojos?).

29 de marzo de 2007

¡¡¡NO SOPORRRTO A LA GENTE QUE DICE ESTUPIDECES!!!

(Ay, ese pequeño gran nazi que algunos llevamos dentro... Y dicen que hay que hacerse su amigo, que si no es mucho peor. Que hay que abrazarlo para que se calme. Dicen no, yo también lo sé, pero cuando llega el momento es como cambiar de piel, duele acoger la cara oscura. Pero es dulce, muy dulce después.)

22 de marzo de 2007

A veces el demonio,
vestido de ángel,
entra en nuestra casa,
usa nuestras zapatillas
y nuestra sonrisa.

Un buen día
no, un mal día,
desata su infierno
y dispara ínfimos cañones
invisibles dardos
que se cuelan
en todas las habitaciones.
(Una casa en la que habita un ángel
no tiene rejas)

Entonces
cuando el dolor se calme
hay que purificar ese hogar
airearlo
besarlo, si es preciso,
reaprender con él
la mirada de un ángel.

21 de marzo de 2007

A mis queridos lectores silenciosos

Normalmente cuando no hay comentarios creo que nadie me lee. Pero una pececita muy querida me contó un día que me leía siempre y sin embargo pocas veces escribe. Me hizo mucha ilusión, por supuesto. También de algún comentario que habéis dejado se deduce que no siempre escribís, lógicamente. Es que mi mente a veces es muy plana: no veo respuesta, no ha venido nadie. Todo esto al final lo que hace es halagarme. El que una sola persona me lea siempre ya es un milagro (no te preocupes, pececita, si ahora me lees menos, no te sientas obligada a alimentar este adverbio, te utilizo como ejemplo), y que haya más que lo hagan de vez en cuando o a menudo, es una gran alegría, una caricia en el alma.

Y como no puedo contestar vuestros comentarios, os dedico esta entrada y este poemita con el color de mi alma, malva.

Gracias por vuestros ojos
vuestro corazón.
Por dejaros empapar
por mis ideas, mis emociones,
mis juegos, mi mirada.
Sois el colchón de luz
donde me recuesto
donde sueño y añoro.
Donde invento.
Sois mi eeeeeeeeeeecoooooooooooooooooooooo.

13 de marzo de 2007

Te presiento.
Casi alcanzo con mis dedos
el rumor de tus palabras:
se acercan a mí
como una bandada de aves
en busca de tierras cálidas.

9 de marzo de 2007

Y de repente
el invierno se calló.
Ya no encontró razones
para seguir asolando su corazón.