31 de diciembre de 2010

Queridos lectores:

Ando con mil (bueno, ya serán diez como mucho)apuntes, notas e ideas en mi cabeza para volcar aquí, pero estas vacaciones que acaban ya han sido poco afortunadas en ese sentido. No ha llegado la energía para esto. Pero no quería dejar pasar este día sin comunicarme con vosotros, ya sois un poco mi familia virtual y siento mucho teneros tan abandonados últimamente, y más cuando me apetece mucho escribir, pero las horas del día son las que son y mi capacidad de organización no es tan buena como mi capacidad de dispersión, con esta última podría ganar algún premio.

Entonces, a pesar de ser antinavidad, soy humanita y me acaba tocando la fibra por algún lado (bueno, de hecho creo que a los que somos antinavidad nos toca más la fibra y precisamente por eso...) y me pongo un poco melosa, así como cuando te has tomado unas cervecitas, pero sin haber bebido y me apetece deciros que me encanta que estéis ahí, que me motiváis mucho a escribir (fijaos lo que haría sin motivación, jajaja) y es un pequeño milagro que a desconocidos como yo que no hemos publicado nada nos lea alguien, un milagro que agradezco y me hace muy feliz.

Gracias sobre todo por poner en letritas vuestro corazón, que es lo que siento que hacéis. Y también a los que lo ponéis en ojitos. Así que, familia de mi cuaderno luminoso, os deseo montañas de AMOR en todas las direcciones y en todos los sentidos posibles. Es la pócima que más cura cuando uno se atreve a bajar la barrera. Cogiéndoos de la mano, como en el corro de la patata, os lanzo este deseo. AMOR para 2011 y 12 y 13...

25 de noviembre de 2010

CATARSIS I

No puedo más
los números se me suben a la cabeza, se me cuelgan de la garganta
y me ahogan.
No puedo más con este vacío de archivar y desarchivar
tarea absurda y fuera de cualquier mínima pasión.
Intento, he intentado, sé que intenté en un principio
con muy buenas intenciones (tanto intento...)
llevarlo bien, convencerme de que al menos me permitía tener la cabeza en otra cosa: puedo escuchar la radio, música!!! Yupi... Mentira! No es que pueda hacerlo, es que si no lo hago sucumbo, que es distinto.
Voy todo el día conectada a mi mp3 como suero en vena...
cultura, información, música...
píldoras que aplacan momentáneamente al menos, este síntoma que primero fue leve, suave, mientras se mezclaba con el calmante llamado "uf, y menos mal que encontré esto"
y poco a poco, mes a mes, cada vez más agudo
este dolor de no poder poner nada de nada de nada
DE NADA
en esta actividad (y ya sé que hay quien puede decir a esto que en todo se puede poner algo y que hay que amar lo que uno hace y blablabla, pero bueno... es que esto es una CATARSIS, hombre!).

Hay días que me revuelvo, me agito, saldría corriendo
o saltando,
sé que esto es quizá egoísta, que a millones de personas no les gusta su trabajo,
pero no dejo de sentir lo que siento:
una cadena pesada e invisible que es la que impide que coja mi bolso y mi abrigo y cruce la puerta.
Pero a pesar de tanta agitación
lo peor creo que es un efecto secundario no tan perceptible a veces:
un lento enmudecimiento de mis endorfinas
un paulatino descenso de mi iluminación interior
una inquietante transición del color al blanco y negro,
al blanco y negro
al blanco y negro.................................................

20 de noviembre de 2010

Reflexiones en la almohada

¿Cuántas vidas hacen falta para cambiar? Tantas que no sé si con tu alma de gata será suficiente. Curioso lo difícil que es mudar la piel y lo fácil que es romperse, aunque desde fuera no se note ni un rasguño (¿o sí?). Mudar la piel es un acto consciente que llega después de haberse vuelto muy flexible y de aceptar el dolor que supone despegarse de la propia armadura. En cambio, romperse es todo lo contrario. Uno aleja la vulnerabilidad para no sentir el dolor y se vuelve duro como el cristal. Y así, siendo de cristal, es muy muy fácil hacerse añicos.
Creo que sigo escondiendo a la niña que cree en cuentos de hadas detrás de la bruja mala.
¿Cuántas máscaras más te tienes que quitar para ver una cara que no conoces en el espejo?

17 de noviembre de 2010

Danzajuego en las ondas...

¡Empezamos por el final! Por el pasado sábado 13 de noviembre; como lo voy haciendo a salto de mata ha salido así, luego subiré los anteriores. Es mi sección en el programa "De todo un poco" de Radio Enlace, para que sea muuucho más fácil escucharla. Disculpas a mis compis de programa, que por cierto tiene cosas muy chulas para el que se anime a escucharlo entero (tenéis el enlace a la derecha), pero para el que no se anime... aquí estoy yo!

Paraguas huérfanos de lluvia

Los días de lluvia siempre hay un considerable número de paraguas que miran sorprendidos hacia la persona que los sostiene, ya que sienten claramente que no hay agua que parar. Es curioso. Es una muestra más de cómo en ocasiones hacemos las cosas guiados por la masa, sin comprobar por nosotros mismos lo que está ocurriendo realmente. Si extrapolamos, seguro que encontramos un buen surtido de ejemplos. ¿Algún paraguas que quiera dejar aquí sus ideas? Perdón, quise decir algún amado lector...

5 de octubre de 2010

Pensando en ti

descubro
una sonrisa
desconocida para mí.

Pero tan mía...
Hacer planes a largo plazo, con ilusión, pero jamás por eso hipotecar el presente. Vivirlo día a día, llenándolo de amor, que es al final lo que lo LLENA. Porque una mano por encima de nosotros nos mueve como a fichas*, sin preguntar qué planes teníamos.

* Esta imagen seguramente la he sacado de este poema de Borges que leí en su día y cuyo final me sobrecogió como cada vez que vuelvo a leerlo.

Ajedrez, de Jorge Luis Borges
I
En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?

24 de septiembre de 2010

Viajar mirando

Y cuando tienes delante unos ojos diferentes
a los de siempre,
creces, ensanchas
cambias de repente de color.
Y entonces es otra también tu mirada.

Es como viajar
a mentes distintas
cada una destila un pensamiento, que te lleva a un lugar
y hay algunas que son (junto con el alma que las acompaña)como un jardín botánico
una exquisita selección de belleza
donde uno podría quedarse por unos cuantos viajes más.

20 de septiembre de 2010

Prohibido premiar muertos

Me entristece que se hay ido Labordeta, me caía muy bien ese hombre tan auténtico y de andar por casa. Escucho que le han dado la medalla de noséqué o el reconocimiento de nosécuántos. ¿No se podrían organizar un poquito los señores y señoras que dan premios para dárselos cuando están vivos?

Bailar en otoño

Estoy empezando un nuevo experimento, que es hacer Danzajuego por radio. En una radio chiquitita pero cuya voz llega lejos lejos, gracias a este macrocomunicador que es Internet. Allí me han hecho un huequecito para que yo ensaye mi sueño. En el programa "De todo un poco". Es los sábados de 11:30 a 12:30 y empezamos el sábado pasado, pero el enlace que tenéis a la derecha os lleva al programa, así que os he ahorrado madrugar. Y una vez en la página, la promo que hay debajo del programa es también de mi sección.

Y como tengo un otoño danzajueguero, también hay otro enlace a mi blog de Danzajuego donde hay fechas y demás, ya que este octubre empiezo con un grupito. Por si alguien tiene ganas de moverse...

16 de septiembre de 2010

Cromoterapia casera

Naranja...
Mi lámpara de sal
la alfombra
esa lámina del Rastro que me enamoró al instante
El beso, de Klimt
el cuadro abstracto que habla de la tierra.

Este color
me acoge y
me abraza.

13 de septiembre de 2010

De qué hablarían algunos hombres si no hablaran de fútbol

Me refiero a los que no suele ver hablando de otra cosa. Cuando hablan de un gol, de quién gana y pierde, de lo bueno que es éste o aquél y se les encienden los ojos y casi puedes ver un trozo de su alma asomándose por el cuello de su camisa… Yo, con mi imaginación y mi cámara de reportera de interiores, no puedo dejar de ver sus ganas de hablar con alguien, de decirle lo solo que ha estado este fin de semana o cómo quiere a su mujer aunque no se lo diga ni a ella o qué frustrado se siente dentro de su cuerpo con libro de instrucciones para hombres, pero de la primera edición. No de los de ahora en los que se les invita a ser metrosexuales y paraemocionales, sino de esos con olor a rancio y guión de película de terror donde se decían cosas como "los hombres no lloran" y demás sentencias de esas que han hecho mucho mal al mundo aunque aún no se hayan valorado los daños. Yo les recetaría un programa de renovación de instrucciones que incluiría una rotunda sesión de abrazos (siempre hay voluntarios para esas cosas), un lavado de cerebro en positivo y una sesión de danzas, unas primitivas para que liberen bien su hombre tribal y otras árabes para que exploren a fondo su sensualidad y su lado femenino.

29 de agosto de 2010

Hay canciones que me sobrecoge descubrir. Porque me parece imposible que no se hayan compuesto pensando en mí.


9 de agosto de 2010

Tirar con el corazón

Puede sonar un poco extraño, pero lo he descubierto hace unos días haciendo limpieza en un cajón. Había cosas que me resistía a tirar pese a no haberlas utilizado en mucho tiempo. Algo en mi cabeza me decía que debía guardarlo, que quizá un día... Mezcla de recuerdos con regalos con apegos... Uf! De pronto, empecé a escuchar a mi corazón y todo era más limpio, más directo. Quiero tirar eso; no sé bien por qué, quizá no sea lo mejor, blablabla, pero me apetece tirarlo. Qué liberación. Cuánto ponemos a veces en los objetos.

6 de agosto de 2010

Cómo me gustaría ser una raya de nube cuando me asalta la culpa



La culpa debe de ser algo congénito en mí. Quizá las monjitas que pusieron rejas a mi colegio tejieron en mí su tela de araña y en cuanto hay un pequeño resquicio por el que no llega el insecticida específico para ese tipo de redes, también llamado autoestima, caigo presa. Ya puede ser algo importante y de lo que realmente sea responsable o la cosa más banal. Es como estar vendida. En esos momentos, si tuviera que testificar en un juicio, seguro que lo haría en mi contra. Por eso, cuando la silla de la defensa se queda vacía, me encantaría ser una rayita de esas que veis ahí arriba. Cruzar la ciudad, llegar hasta el monte y allí seguir tumbada en el cielo, sin otra inquietud que ser una pincelada blanca, y pasar, pasar..., dejar que el viento me lleve . Sin más. Hasta una flecha de tráfico se escapó un rato del trabajo para señalar semejante espectáculo.

21 de junio de 2010

Cuento, luego existo

He descubierto que esta es mi máxima. ¿Necesidad de comunicar? Sí... ¿De compartir? Sí... Pero ¿por qué a veces parece que si no lo cuento es casi como si no hubiera pasado? Es como si lo que quiera que sea que haya vivido, o pensado incluso, tuviera que franquear estas paredes mías (que son menos de cuatro) para tener sentido. Como si tuviera que tomar forma o cuerpo fuera de mí. Por eso me gusta tanto escribir, quizá es cuando queda más patente. Y lo más personal o lo cotidiano, lo voy guardando en una esquinita de mi mente hasta que puedo irlo liberando con el interlocutor adecuado. Lo cierto es que creo que sería más feliz si no me gustara tanto dar parte de mis idas y venidas y compartir mis pensamientos y reflexiones. Porque estaría todo más quieto dentro de mí y no me agitaría como una burbuja en una coctelera cada vez que algo me conmueve o me alegra o me hace gracia..., vamos, siempre. No hablemos de cuando me enamoro, o incluso de cuando simplemente hay alguien en el horizonte susceptible de. Algunos habéis sido testigos hace poco. En esos momentos lo gritaría a los cuatro vientos, lo cantaría, lo pintaría. Y quizá, quizá, tenga que hacer todo eso para que no me desborde dentro, porque tal vez yo sea hija de la intensidad no sé bien por qué, pero así vivo las cosas. Y noto que se me está pegando la forma de escribir de Murakami, el cual me tiene absolutamente fascinada porque le acabo de descubrir. No sé, pero no lo voy a tratar de evitar,se me pasará. Me pasa mucho cuando me gusta un autor, pero en este caso ha sido fuerte porque creo que me ha abierto un camino que está en mí y yo no me atrevía a seguir. No sé si me entendéis. No es que copie algo que no es mío y deje de ser yo, sino que descubro algo mío que no salía a la luz y así me acerco más a mí. Y como me parece que estoy pasando de contar a desbarrar y tengo sueño y tampoco quiero perder los poquitos lectores que tengo pues lo dejo aquí. Por cierto, esos pocos lectores sois un tesoro para mí. Que conste.

13 de junio de 2010

Es lo que odio del amor, que de repente parezca imprescindible. Tú estás tan tranquila con tu vidita sin altavoces, porque no hay nada que gritar a los cuatro vientos, sin pájaros que coreen por la mañana los besos que te despiertan. Deseando que aparezca, pero disfrutando de esa comodidad que da el no tener que arriesgar nada. Tú estás ahí, en ese limbo absurdo, cuando aparece alguien que te mueve un poquito el suelo, así como jugando a tirar del mantel... Y de repente, sólo quieres que esté ahí, que te quiera, que te abrace. Eres capaz de apoyar la cabeza en la nevera haciendo círculos mientras sueñas con sus ojos o piensas en cómo dijo esa palabra o qué tierna sonó su voz en tal instante..., o de perder infinitos minutos con una sonrisa cándida frente a sus palabras en el ordenador. Y entonces, al ritmo que tu vidita va creciendo para ser VIDA, también se agrandan los: y si..., cuando sepa..., cómo voy a... sin él. Y ya tu vidita parece que no tiene sentido sin esa otra vidita que te enciende. Ay..., ¡cómo odio el amor cuando se pone tan estupendo!

20 de abril de 2010

Primavera gris




Cómo me gusta extender todos mis brazos y recrearme: aquí una hoja, allí un brote... Aunque como veis no todos, hay uno que necesito para decirle a la primavera: este año cuándo vas a venir, te estamos esperando...

Lunas sin sol



Está oscuro, llueven coches un poco más abajo. Me refugio en tu corteza, así, muy pegadita a tu tronco, quitando un poco de noche a tu estampa. Como una luna de ciudad, tu luna.

4 de marzo de 2010

¿Incongruencia?

Qué pequeño se vuelve todo
cuando el amor nos toca.
Aunque también...
qué grande se siente lo más diminuto
cuando el amor...
Ni siquiera hace falta que nos toque
con sólo pensarlo...

28 de febrero de 2010

¿Tú qué cultivas?

Unos rayos de sol después de tanta nube pueden ser una auténtica celebración. Salí a caminar, a moverme, a desengrasarme. Eso por si solo suele alegrarme bastante y si llevo la música adecuada mucho más, aunque corro el riesgo de que piensen que estoy un poco fuera de órbita porque me entran unas enormes ganas de bailar y aunque no lo hago algún breve movimiento se escapa y se me instala una sonrisa inmensa. Y pienso que es una buena forma de cultivar la alegría. Hay muchas pero las canciones marchosas de la banda sonora de Cabaret me transmiten una fuerza y una vitalidad que me hacen comprobar cómo realmente nos movemos por emociones. Con ellas siento que podría escalar el Everest.

Cuando decido terminar descansando junto al arrullo de la fuente y el calorcito del sol, me tumbo en un banco de piedra y me encuentro con este regalo que me ha apetecido compartir con vosotros, junto con mi alegría y las ganas de seguirla cultivando. Bóvedas de árboles con nubes, dos de mis pasiones, con un aderezo de farola evocadora. Qué más se puede pedir.









22 de febrero de 2010

Recomiendo VIVIR

Seguir a mi corazón
dibujar sus deseos:
son la vida.
Aunque me tiemblen las piernas
aunque le parezcan el mayor de los absurdos a mi mente lógica
y un millón de razones me indiquen el camino opuesto.

VIVIR.
Seguir al corazón.
Hoy lo he hecho
y siento que mi vida se ha multiplicado por mil.
La intensidad de los colores
el contorno, el tacto de mis dedos.
Mi estatura idéntica se ha triplicado.
Y aunque quizá no llegue a materializarse el sueño,
estoy viva,
MUY VIVA.
Lo he hecho.
Yo era una gigante y una minúscula ana
en medio de dos fuerzas inmensas que me dejaban inmóvil
hasta que la ana gigante se ha metido a la otra en el bolsillo
y ha dado un paso de siglos
aunque le temblara hasta el jersey.

Son esos instantes mágicos
casi diría en estado de gracia
en que sientes que la vida tiene relieve
y tú lo estás tocando.
Yo la he tocado
y ahora siento que se puede hacer todo
siguiendo al corazón.

Quizá mañana haya salido de este estado
y me parezca esto un punto cursi,
ahora me da igual,
sé que tocar la vida desde fuera se puede ver de formas distorsionadas
sobre todo si se juzga
pero lo que interesa
es estar dentro.
Os lo recomiendo.

17 de febrero de 2010

¿Por qué lloran las modelos?

Hace tiempo que tengo ganas de escribir sobre esto y hoy no me puedo extender, pero quería dejaros un apunte al menos, bueno, más bien, una pregunta, me gustaría saber vuestra opinión.

¿Alguien se ha fijado en que las modelos nunca sonríen? No sé si son absolutamente todas, pero creo que sí. Al menos las de anuncios en foto y en pasarelas y creo que las de spot de tv., las modelos digo, que la mayoría de las que salen en anuncios aunque se pueda pensar otra cosa, son actrices, no modelos -y sé de qué hablo :-)-. Pues esas creo que tampoco. Son caras lánguidas y tristes, y muchas veces con un maquillaje que oscurece y acusa aún más esa pena desconocida. ¿Por qué lloran las modelos? ¿No vende la sonrisa? Me sobrecoge un poco todo esto: el mensaje de fondo. Parece que lo chic y la alegría o la generosidad no pueden ir unidos (porque una sonrisa es generosidad, ¿no?). Y la verdad es que qué me importa a mí lo chic, muy poco por no decir nada. Pero creo que es algo más de fondo. Que habita en nuestro inconsciente colectivo o al menos intentan que lo haga.
Hay momentos en que soy feliz con cosas muy sencillas:
una nube viajera
un comentario risueño y cariñoso

y hay otros en que una tempestad pasa por mi estómago
y me cuenta mentiras nada sencillas
que yo me creo.

9 de febrero de 2010

El circo de la mariposa

Sencillamente impresionante


El corto “The Butterfly Circus”, coprotagonizado por el actor mexicano Eduardo Verástegui, ha ganado el primer premio del concurso de cortos “The Doorpost Film Project". Este premio, de 100.000 dólares, reconoce la aportación del corto a la promoción de valores como la esperanza y la dignidad humana. El proyecto “The Doorpost” pretende descubrir a cineastas “visionarios” que busquen con sus obras la verdad y la promoción de una serie de valores universales. En esta ocasión, los valores eran la esperanza, el perdón, la humildad, la alegría, la libertad y la redención.

El corto, y como consecuencia esta iniciativa, se han conocido en España gracias a la fama que alcanzó Eduardo Verástegui con la película “Bella”, que, entre otros muchos premios, recibió el Premio Familia de CinemaNet.

Siento tantas partes pero así lo tengo.


Parte I y parte II

http://www.youtube.com/watch?v=9582NStUdqU&feature=player_embedde

http://www.youtube.com/watch?v=BUBPX28_mAE&feature=player_embedded


Yo después de verlo fui corriendo a buscar información de ese hombre; por si alguien tiene la misma curiosidad, una entrevista con el protagonista. Su forma de expresarse me carga un poco; me quedo con el fondo:

Partes I, II, III

http://www.youtube.com/watch?v=zGMBvfkigfs&feature=player_embedded

http://www.youtube.com/watch?v=oZ68ulpvhcc

http://www.youtube.com/watch?v=0EroXcqJsdU

18 de enero de 2010

Hace un ratito he respirado primavera. Podía ir con la bufanda suelta y sin encoger los hombros de frío. He asomado la cara al cielo a ver qué me decía y me he encontrado con unas breves copas de árboles, casi ramas. Pero ha sido suficiente para saciar mi apetito de bóvedas*. Han dibujado contra las nubes una postal japonesa. He caminado un momento sin mirar otra cosa, respirando consciente ese breve lapso en el invierno. Después, de vuelta al trabajo, he subido las escaleras casi de dos en dos.



*Los que no conozcáis esta pasión mía, podéis mirar la etiqueta. En breve a ver si cuelgo más fotos que tengo por ahí dormidas.

17 de enero de 2010

Después de un día negro
conviene utilizar un buen suavizante que llegue hasta el último rincón de nuestro ser.

Para suavizar la mente un poco de meditación
con un toque de notas calmas, muy calmas.
Para el alma, un poema de los que te traspasan
y te hacen sentir parte de un todo.
Para el corazón, una música suavecita, que te cante al oído
(si cantas tú con ella, hace mucho más efecto).
Y para la piel...
la que nos comunica con el exterior
un bañito tibio de caricias
(no importa si son autocaricias si no hay alguien cerca, incluso mejor, es una bonita forma de reconciliarse con uno mismo)
y para todo nuestro cuerpo por dentro
ese que habitamos dejando huellas de cada pensamiento y deseo,
una de las grandes delicias de la vida
bailar,
busca tu canción de ese momento
una de esas que te llegan directamente a las células y se mueven solas
más rápido o más lento da igual (la música clásica se puede bailar)
olvida todas tus ideas sobre hacerlo bien o mal
y siéntete una hoja movida por el viento.

11 de enero de 2010

"Estos son mis hijos, y los defendería de mí mismo si fuera necesario."

Me impactó esta frase. Pertenece a La boda del monzón, se la dice el tío, casi padre adoptivo, de una adolescente de la que abusaron cuando era niña al familiar que abusó de ella. A mí la película me encanta, sobre todo por la capacidad de sacar a la luz la verdad en situaciones intrincadas en las que la mayoría haría lo contrario. Y esta frase en concreto..., eso de pasar por encima de uno mismo para cuidar a alguien me parece impecable. Gracias, Mira Nair (la directora).

10 de enero de 2010

Los formales y el frío, Mario Benedetti

Este poema me gusta muchísimo. Es casi como un pequeño relato sobre cómo llega el amor cuando parece que la formalidad no va a dejar que ocurra. Utiliza una repetición que le da una chispa de humor y fuerza al mismo tiempo. Que lo disfrutéis.

Por qué

Por qué tantas veces se esconde el amor
Por qué tantas personas pierden años de su vida
por no dar ese paso
por no decir esas palabras
¿Tan grave es un no?

Con el corazón hacia dentro
una tristeza infinita en la mirada
y besos ocultos en todos los rincones de su cuerpo,
así viven (o mueren en silencio).

Silencio
silencio.
Que no se note
no es bueno mostrar los sentimientos
no es elegante
se pierde la compostura
el respeto, todo.

Eligen esa vida en minúsculas
ese supuesto destino
porque un no
parece tener una capacidad tan abrumadora de destrucción
que les hace olvidar
que por esquivar un no
pueden estar perdiendo el sí.

8 de enero de 2010

Apenas y a penas, Mario Benedetti

Como os dije voy a iros trayendo locuciones mías, tanto de otros poetas como mías. Y empezamos con Mario Benedetti y su libro "El amor, las mujeres y la vida". He hecho una selección para un regalo y ahora voy a ir mostrándooslos aquí. La calidad es bastante mejorable, os pido disculpas y espero poder resolverlo para las siguientes grabaciones.

Este poema es una delicia. El recorrido del cuerpo de la amada con la intensidad de estar pensando que puede ser la última vez.

La dulce libertad de los márgenes

Hay quien escribe en los márgenes las cosas que no se atreve a escribir en el cuerpo del cuaderno. Yo estoy descubriendo que, de cuando en cuando, tengo la costumbre de salirme de la vida.

Como una triste y esbelta caligrafía, vivo sin luz en mi cuaderno de dos rayas; ellas marcan certeramente mi camino. El único camino en este horizonte de papel. Y cuando me toca ser una b, sonrío para mis adentros porque me siento muy libre de salirme por arriba, de sacar un bracito sobre la raya. Lo mismo me pasa cuando soy j o p y cuando soy ;:¨,^_\" siento una especie de cosquilleo... una suerte de guiños que me hace la vida (¿o se los hago yo a ella?). Pero el resto del tiempo me comprimo para ajustarme a esta minúscula ruta. Limo mis esquinas, porque no encajan con la geografía de las rayas. Silencio los cantos que, como pájaros, no conocen paredes. Busco entre mis lágrimas una salida imposible.

Me quito la venda de los ojos, de la piel..., y veo: en los márgenes. La vida, la VIDA, está en los márgenes.