2 de diciembre de 2013

Amores en el aire

Hoy mientras daba un paseo he visto a alguien que me recordaba a un ex amor platónico, quizá porque hace poco he tenido noticias de él. Y entonces me ha dado por pensar en los amores que por una razón un otra nunca se llegan a materializar..., y entre literatura, cercanos, propios y ajenos,  tengo la sensación de que son una cantidad mucho mayor que la de las pasiones que sí llegan a algún puerto.

Como si hubiera una realidad paralela que crean nuestras mentes y flota en el aire: ensayos de palabras tímidas; montañas de besos acumulados en la antesala de los labios; finales felices... y sobre todo principios, principios que con sólo existir habrían sido eternos.

Nube un poco densa, tal vez... ¿Demasiados deseos sin cumplir? Aunque hay quien prefiere no jugársela con amores terrenales. ¿Sufrimiento innecesario? Si las nubes están formadas de gotas evaporadas del océano..., ya sabemos dónde van las lágrimas de los amores platónicos o imposibles.

Yo soy una enamorada de las nubes, pero esta composición no me acaba de gustar, así que como siempre abanderando causas imposibles, os animo y me animo, nos animo, a que cuando no sean amores realmente imposibles, lo intentemos. Nos lancemos. Vivimos sólo una vez (bueno, los que crean en la reencarnación si quieren que no lo hagan). Limpiemos la atmósfera de lágrimas innecesarias. Mira, al final va a ser ecológico y todo.

23 de abril de 2013

Me voy a La Revolución Interior, ¿venís conmigo?

Me da una alegría enorme poder deciros que ya está en la nube La Revolución Interior, una web que pretende continuar mi trabajo en el programa de radio con el mismo título. No os cuento mucho más, porque cuando entréis podréis leer en ella la presentación y el primer post. Está recién nacida, espero alimentarla bien y que todos disfrutemos de ella.

Estas tierras como ya sabéis llevan bastante tiempo casi deshabitadas y ahora seguirán así con más razón después de este nuevo hijo, aún así no las quiero cerrar, quiero dejar una puertecita para algo que me surja que no tenga que ver con la revolución interior. Mientras tanto, os espero allí y ojalá os motive también a visitarla de vez en cuando. Os doy las gracias por vuestro cariño, opiniones y visitas todo este tiempo.

Y os dejo con La Revolución Interior: www.larevolucioninterior.org

3 de febrero de 2013

Conocerse a sí mismo o cómo pelar una cebolla infinita

Cuanto más me conozco, más entiendo a Sócrates ("Sólo sé que no sé nada") y más me sorprende lo poco que sé de mí. Será por eso que he oído decir más de una vez a Jose Luis Sampedro que se sigue conociendo cada día (a sus noventa y muchos años). Ante esta (¿sabia?) apreciación, supongo que sólo queda tomarse una buena ración de humildad, o incluso dos y hacer acopio de mucha paciencia, incluso un poco más. Qué razón tiene el budismo cuando dice que nos desprendamos del ego, que buen daño nos hace.

Uno piensa en eso tan rimbombante de conocerse a sí mismo y nuestro ego se empieza a inflar, como si fuera a ganar algún premio. Pobre ingenuo, qué equivocado está. Si uno se pone de verdad a ello (para lo cual primero hay que remangarse y coger mucho aire, como cuando vas a bucear sin snorkle) se va quedando cada vez más desnudo. Y como esto da frío, volvemos a poner otra capa encima y otra vez a quitarla y así transcurre nuestra vida de cebolla, que hace llorar a los demás cuando nos ven..., de pena. No es tan... glamuroso esto de intentar conocerse a uno mismo. Pero, y ahora fuera de broma, pero eso sí, con sonrisa, creo que es la única forma honesta y que merece la pena para vivir una vida mínimamente decente. Por uno mismo y por los que le rodean.

[Esta entrada en realidad pertenece ya más al blog La revolución interior, que es en lo que hace tiempo tengo puesta la energía, pero su gestación está siendo tan larga que va a nacer ya crecidita. En fin, que sepáis que mi corazón está ya allí, espero que os llegue pronto la transmisión.]