24 de abril de 2007

18 de abril de 2007

La PAZ y la paz

Para el jardinero


Escuchamos la palabra PAZ y nos sentimos muy pequeños, muy incapaces de colaborar en esa labor tan enorme que es la paz mundial o la paz en un país o en una ciudad. Pero yo creo que estamos equivocados; parar una guerra es muy difícil, pero sí podemos impedir que se cree una nueva, aunque sea pequeña. Porque la gran PAZ se compone de muchas paces pequeñas (paz, paz, paz, paz, paz, paz), y al lado de ellas ya no nos sentimos tan diminutos. Y ¿cómo podemos poner nuestra paz chiquitita en la bolsa gigante de la paz...?

La paz no es
una paloma
no es una palabra
no es una pancarta.

Es
reconocer el trocito de guerra
que hay dentro de mí,
no esconderlo
no culpar al que tengo al lado.

Es
reflexionar, hacerme preguntas:
«¿Por qué le he gritado, qué me pasa?
Quiero averiguarlo.
Me siento furioso,
pero no tengo derecho a pagarlo con él,
ni con nadie.
Y no me voy a castigar
necesito comprenderme
y cuidarme.»

Es
pedir perdón.
Y
perdonar.

Es
ser vulnerable,
no esconder el dolor y las lágrimas tras un arma
y disparar.
(Las armas no son sólo de fuego
hay algunas invisibles
que hacen mucho daño.)

Es
un trabajo diario,
DIARIO,
mantener la paz
con mi familia
con mi pareja
con mis amigos
con mis compañeros
y sobre todo
y en primer lugar
conmigo mismo.

La paz, la PAZ
no es
fácil,
pero es
POSIBLE.

(Para un concurso sobre La paz que organizó Cruz Roja - 20-5-05)