17 de febrero de 2010

Hay momentos en que soy feliz con cosas muy sencillas:
una nube viajera
un comentario risueño y cariñoso

y hay otros en que una tempestad pasa por mi estómago
y me cuenta mentiras nada sencillas
que yo me creo.

3 comentarios:

Pluvisca dijo...

Es que tenemos unas tragaderas a veces...y las tormentas sulen contar cada trola...

Menos mal que luego vienen esos dias que os reimos hasta de neustra sombra...

Besinos

Reportera de interiores dijo...

Pues la verdad que sí, y mira que vinieron mejores días... :-)

Marin dijo...

Las tormentas pasan...
Y dejan el aire limpio y listo para inspirar profundo