18 de enero de 2010

Hace un ratito he respirado primavera. Podía ir con la bufanda suelta y sin encoger los hombros de frío. He asomado la cara al cielo a ver qué me decía y me he encontrado con unas breves copas de árboles, casi ramas. Pero ha sido suficiente para saciar mi apetito de bóvedas*. Han dibujado contra las nubes una postal japonesa. He caminado un momento sin mirar otra cosa, respirando consciente ese breve lapso en el invierno. Después, de vuelta al trabajo, he subido las escaleras casi de dos en dos.



*Los que no conozcáis esta pasión mía, podéis mirar la etiqueta. En breve a ver si cuelgo más fotos que tengo por ahí dormidas.

4 comentarios:

Bárbara dijo...

Que grandes son los pequeños momentos!! Cada día estoy más convencida, de que menos es definitivamente más...

Saludos de llegada.

Pluvisca dijo...

El aroma de hojas primerizas, y el olor a calidez...

Hay dias que saborear estas pequeñas-grandes cosas nos llena por dentro.

Saludines

Reportera de interiores dijo...

Bárbara,

bienvenida!! Estoy contigo. Encantada de tenerte por aquí.
:)

Reportera de interiores dijo...

Pluvisca,

gracias por venir a saborear mis árboles ;).
Un beso.