13 de diciembre de 2006

Alma de máquina

La felicidad no es
compatible con mi sistema operativo,
tengo una versión antigua,
un programa obsoleto
de apego al dolor.

Cada vez que una situación
me intenta generar
una producción de endorfinas en bloque,
mis circuitos liberan adrenalina
como si en lugar de hormonas de la felicidad
fueran un ejército de horcos.

He de reconocer
que ese programa que me insertaron
es muy bueno
y resistente.
Aunque quizá
yo alimente, sin querer,
a este fósil
que no provoca más que averías y cortocircuitos.

Ya está.
HOY, un día cualquiera,
sin esperar una fecha especial
como el principio de año,
que ahora sería muy fácil.
HOY,
adquiero un programa nuevo,
pago el primer plazo
de un sistema renovado que me permite
derrochar sonrisas
y me inhabilita
para dejar que las culebras anden en mi estómago
como por su casa.

HOY.
Ahora.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola

He vuelto a leerlo un par de veces. Me gusta porque expresa a través de un nuevo orden, el de las tecnologías.

Saludos

Anónimo dijo...

Gracias por tus últimos comentarios. También es un pequeño placer descubrirte.

Deseo que lo pases bien estos días.

Saludos

Luis Vence dijo...

Ana, es así, creemos que somos libres (aún los que se dicen "liberados"), y no somos más que presas de programas que nos han implantado desde pequeños. Yo les llamo "condicionamientos". Y si hablamos en términos místicos, diría que son demonios, que nos manejan y nos drenan energía.
Despertar es Verlos. Y en este poema tú los has visto y haz ayudado también a que otros vean.
Pero sólo ve el que quiere usar los ojos (si es que puede usarlos).
Y por lo general, despertamos cuando se nos rompe la cabeza contra una pared de cemento (por eso hay "dolores buenos").
(perdón...pero afloró mi lado filosófico-aburrido). Igualmente, quiero decirte que es siempre un deleite pasear por tu blog y ver lo que escribes, tan sentidamente.
(luego dime, "por línea privada", ¿cómo va tu nueva actividad?).
Y...¿le has encontrado la vuelta al "tiempo enjaulado en una plaza"?)
Un beso, Luis.

Anónimo dijo...

¡Vaya! Por fin alguien con quien coincido en algunos puntos aunque...más que apego lo llamaría, en mi caso, inclinación. A eso añádele una actitud sensitiva.

Gracias por la entrada.

Antioquía/o