3 de octubre de 2011

Separación de males

Me divorcio de mi cabeza. No, no digáis nada, ya está decidido. Así cuando ella quiera irse a explorar mundos imposibles o futuros perfectos, muy bien, pues que se vaya, pero sin hacerme perder horas de sueño y presentes humildes y palpables, que no llegan a la altura de sus sueños, pero puedo verlos con mis ojos y me caben en las manos.

2 comentarios:

Pluvisca dijo...

Eso mismo quería hacer yo l otro dia, aunque con otro tema...me temo que nos vamos a quedar con las ganas..

Besinos

Reportera de interiores dijo...

Pluvisca,

sí..., bueno, hay fórmulas para hacerlo de a ratitos, pero vamos, a mí también me gustaría unos diítas de descanso :)).

Besiños (tus besos asturianos me sacan la ascendencia galega..)