4 de octubre de 2007

MIEDO

Maldito aliado,
me acompaña sin cansancio
en los peores
y en los mejores momentos.

Compañero infernal,
se me agarra al estómago
con dedos de hierro
y me parte por la mitad.

Huracán de fuego,
le basta un segundo
para arrasar con todo
lo que día a día,
con mimo y dolor
he cosechado.

Viento del diablo,
¿mi cuerpo...?,
un diminuto muñeco
a tu merced.

Tú marcas el paso
y mi carne llora en silencio,
mis poros helados te veneran.

Fiel enemigo,
a tu lado soy quebradiza
como una rama seca;
fino papel en blanco
con ojos asustados,
que ni siquiera una coma
imprimo,
ni un NO ni un ¡ay!
ni un ¡BASTA!...

Déjame que escupa
el veneno verdinegro
que mora por mis venas.
Déjame al menos,
miedo,
que te maldiga esta noche.

Mañana, ¡luz divina!
te harás el dormido,
mas yo bien sé
cuánto te asusta una mujer despierta.

Os traigo, creo que por segunda vez, un poema antiguo. El miedo ha estado siempre conmigo de una forma contundente. Hoy he recordado este poema porque prácticamente hubiera podido volver a escribirlo, al menos en esencia. Aunque afortunadamente ya no es como antes, él está ahí, al acecho, y cuando bajo las defensas, intenta devorarme. Porque el miedo, para no usar eufemismos, devora. Y desde luego no lo digo sólo por mí; devora al mundo entero. Hay que luchar, amar, contra él. No permitir que se coma nuestras ilusiones en un banquete de mal entendida cordura.

2 comentarios:

Tania dijo...

É vista quando há vento e grande vaga
Ela faz o ninho no rolar da fúria
E voa firme e certa como bala

As suas asas empresta à tempestade
Quando os leões do mar rugem nas grutas
Sobre os abismos passa e vai em frente

Ela não busca a rocha o cabo o cais
Mas faz da insegurança a sua força
E do risco de morrer seu alimento

Por isso me parece imagem justa
Para quem vive e canta no mau tempo

(Sophia de Mello Breyner Andresen)


Querida Ana,

El fin de semana intento traducirlo para ti, pero después de leerte, quiero dejarte este poema, porque es un canto a quien "presta sus alas a la tempestad y hace de su inseguridad su fuerza"... Como una chica que, contra el miedo, lucha y ama...

Um abraço afetuoso,

Tania

©Claudia Isabel dijo...

El miedo siempre está. La poesía ayuda a hacer catarsis, a exorcizarlo de alguna manera. Pero es un monstruo que puede despertar...solo basta con escribir otro poema...Besos, desde una Buenos Aires increiblemente bella!!!
Te espero por mi blog.