Me sujeto,
con la fuerza de
40 hombres,
aplacándome
atándome de pies y manos
para no reaccionar otra
otra otra otra vez
de la misma forma que siempre.
No quiero hacernos daño
al menos a ti,
y quizá yo,
de paso,
madure.
40 titanes son necesarios
para que mi pequeña mano
no marque ese número,
y mi breve lengua
no articule esa incómoda frase.
La soledad
vive su mejor momento
llenando con su vacío
todo mi cuerpo
y más allá.
Es como un romper de huesos
un ensanchamiento de músculos
¿será esto crecer?
Recuerdo haber oído de niña
"le duelen las rodillas porque está creciendo".
Creo que sí
que he dado un pequeño estirón,
y es algo más serena la visión
desde este nuevo horizonte.
4 comentarios:
Con la misma ilusión y la misma fe con la que el almuecin convoca a oración en la fresca mezquita, así espero yo este destilado de armonía y belleza que nos ofreces.
Conviertes tu dolor en amor para comprenderlo y quizá tu amor en dolor por contenerlo. Eres tan sensible y tan cerc Ana... como un hada enamorada.
40 titanes, el arrebato o el ansia, la fuerza inmensa que hay en nosotros a favor o en contra. Crecer ejercicio de dolor y de inmensidad.
Preciso como siempre.
Besos
Jardinero,
gracias, un lujo tu espera. Un hada enamorada...?
Besos.
Juan,
muy bonito tu comentario. Un abrazo para ti.
Titánico, portentoso, contumaz. Despliegas todo ese poder que uno siente nacer en su interior cuando los deseos le invaden. Genial! Un saludo!
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