16 de marzo de 2015

¿Y si dejáramos las armas a la de una, a la de dos y a la de ¡¡tres!!?

"Quizá sea la fragilidad el atributo más definitorio de la belleza". Escuché esta frase en Radio Clásica y no llegué a saber quién la decía, pero me sirve hoy de inspiración. Aunque tal vez, no, con seguridad, quiero hablar más bien de vulnerabilidad. Creo que son conceptos que a veces se confunden y tal vez se utilizan incorrectamente, pero con lo que escribo a continuación espero que no haya lugar a dudas.

Cuántos músculos contraídos, cuántas armaduras, cuántos desencuentros y guerras pequeñas y grandes, por esconder nuestra vulnerabilidad, que es al final (y al principio) lo que los une, lo que nos iguala. Nos sentimos más cerca de alguien cuando vemos que no es de piedra, sin embargo, tantas veces intentamos simular que no nos vamos a quebrar pase lo que pase... Podría decir mucho sobre este tema que me interesa tanto, pero hoy voy a dejar que hable de nuevo mi último descubrimiento, que por cierto me apasiona (por si no se notaba): Pablo d'Ors.

Describe con tanta claridad y desnudez cómo se ha encontrado él con la vulnerabilidad, que casi me puse a dar saltos cuando lo leí. La alegría que dan los espejos, ¿verdad? Cuando te encuentras en otro o en algo o ves reflejada una pequeña parte de tu sentir. De esto también habla d'Ors en su libro-tesoro Biografía del silencio. Os recomiendo que al menos investiguéis sobre él. Y este es el texto del que os hablaba, que pertenece precisamente a ese libro:

"Esa vulnerabilidad que nos caracteriza a los humanos, y que yo tanto me esforcé por esconder al mundo antes de empezar a meditar, comencé a mostrarla discretamente desde que descubrí el poder de la meditación. Esta pudorosa exposición de mis flaquezas se ha revelado como un modo muy eficaz para hacer frente al culto a la propia imagen en que había vivido hasta entonces. Hablar de la propia vulnerabilidad, mostrarla, es la única forma que consiente que los demás nos conozcan verdaderamente, y en consecuencia, que puedan querernos. De un modo u otro, al meditar se trabaja con el material de la propia vulnerabilidad."

¿Es o no es una auténtica maravilla?

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