7 de noviembre de 2012

¿Queda algo de paz por ahí?


…licios…shaucios…spidos…ortes…üenza…steza…mpotencia…ntira…

Ahhhgggg, uf, uishhh, puaaaaghhhh, buahhhhhhh, scruuuunch, aaaaayyy…..

Necesito con urgencia una dosis de irrealidad
un zumo de utopías frescas
un día, una hora, un rato… de buenas noticias

de vida desbordante
de amor a todas horas
de lluvias de ideas frescas, blancas, blandas

pero a falta de todo esto me conformaría
con que me canten mi canción
esa que se ha compuesto para mí y
que me acompañará el resto de mi vida

sí, eso estaría muy bien
es un momento duro
necesito mi cancióny la cantan en voz alta. Luego retornan a la tribu y se la enseñan a todos los demás. Cuando nace el niño, la comunidad se junta y le cantan su canción. Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le canta su canción. Cuando se inicia como adulto, la gente se junta nuevamente y canta. Cuando llega el momento de su casamiento, la persona escucha su canción.
Finalmente, cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se acercan a su cama e igual que para su nacimiento, le cantan su canción para acompañarlo en la transición. En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los pobladores cantan la canción. Si en algún momento durante su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, se lo lleva al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor. Entonces le cantan su canción.
La tribu reconoce que la corrección para las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad. Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros. Tus amigos conocen tu canción y te la cantan cuando la olvidaste. Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás.

Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu totalidad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás confundido. No necesito una garantía firmada para saber que la sangre de mis venas es de la tierra y sopla mi alma como el viento, refresca mi corazón como la lluvia y limpia mi mente como el humo del fuego sagrado".

y, por suerte, no es una utopía
para los Ubuntu…

[Os invito a escuchar su historia en el El bosque habitado, un programa de Radio 3, muy muy recomendable. El programa del 4 de noviembre: http://www.rtve.es/alacarta/audios/el-bosque-habitado/ ]

2 comentarios:

Pluvisca dijo...

Estoy como tu asi que voy a escuchar

Besinos

Reportera de interiores dijo...

Gracias, Pluvisca! A ver si consigo el poema en papel y lo subo que os lo he puesto un poco difícil.

Abrazos,