…licios…shaucios…spidos…ortes…üenza…steza…mpotencia…ntira…
Ahhhgggg, uf, uishhh, puaaaaghhhh, buahhhhhhh, scruuuunch, aaaaayyy…..
Necesito con urgencia una dosis de irrealidad
un zumo de utopías frescas
un día, una hora, un rato… de buenas noticias
de vida desbordante
de amor a todas horas
de lluvias de ideas frescas, blancas, blandas
pero a falta de todo esto me conformaría
con que me canten mi canción
esa que se ha compuesto para mí y
que me acompañará el resto de mi vida
sí, eso estaría muy bien
es un momento duro
necesito mi canción
y la cantan en voz alta. Luego
retornan a la tribu y se la enseñan a todos los demás. Cuando nace el niño, la
comunidad se junta y le cantan su canción. Luego, cuando el niño comienza su
educación, el pueblo se junta y le canta su canción. Cuando se inicia como
adulto, la gente se junta nuevamente y canta. Cuando llega el momento de su
casamiento, la persona escucha su canción.
Finalmente, cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se
acercan a su cama e igual que para su nacimiento, le cantan su canción para acompañarlo
en la transición. En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los
pobladores cantan la canción. Si en algún momento durante su vida la persona
comete un crimen o un acto social aberrante, se lo lleva al centro del poblado
y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor. Entonces le cantan
su canción.
La tribu reconoce que la corrección para las conductas antisociales no es el
castigo; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad. Cuando reconocemos
nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que
pudiera dañar a otros. Tus amigos conocen tu canción y te la cantan cuando la
olvidaste. Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que
cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás.
Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu totalidad cuando estás
quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás
confundido. No necesito una garantía firmada para saber que la sangre de mis
venas es de la tierra y sopla mi alma como el viento, refresca mi corazón como
la lluvia y limpia mi mente como el humo del fuego sagrado".
y, por suerte, no es una utopía
para los Ubuntu…
[Os invito a escuchar su historia en el El bosque habitado, un programa de
Radio 3, muy muy recomendable. El programa del 4 de noviembre:
http://www.rtve.es/alacarta/audios/el-bosque-habitado/
]
2 comentarios:
Estoy como tu asi que voy a escuchar
Besinos
Gracias, Pluvisca! A ver si consigo el poema en papel y lo subo que os lo he puesto un poco difícil.
Abrazos,
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