13 de noviembre de 2012

Abrazo de oídos o masaje de mar

Si quieres escapar por un momento del mundanal ruido o del machacón runrún interior…
 …abandónate por un instante a mis palabras…

Lo mejor es que te sientes o te tumbes, aunque también puedes estar de pie, siempre que estés tranquilo y no te afecte lo que pase a tu alrededor.

Cierra los ojos.

Coloca tus manos en forma de cuenco y después abraza con ellas ambas orejas.

Ahora, muy lentamente… y sin abandonar esa posición, ve moviendo las manos hacia un lado y otro, arriba y abajo…

…despacio…, ………………………….., aumenta un poco la presión…

…sigue haciendo ondas…, pequeñas y grandes, lentas y no tanto…

(¿No te parece estar escuchando el mar?)

 ...sigue jugando como más te apetezca y provocando esas minúsculas olas...
 o tal vez prefieras ir un poco más deprisa y hondo, llamando a un gran oleaje...

...sea como sea... (...mar como mar...)

...no te pierdas este poema en movimiento...

...este océano
que se vuelve tu cómplice
y te cuenta secretos al oído...

3 comentarios:

Pluvisca dijo...

Voy a escuchar el mar..es un calmante perfecto

Besos

Ana A. dijo...

Bonita música.

Besos.

Reportera de interiores dijo...

Gracias, Pluvisca y Anita, por vuestra visita y por compartir el masaje.

Abrazos marinos
:)