12 de julio de 2011
Hay distancias de agua en las que uno no se anima a nadar
Estoy triste por la respuesta de L. Creo que le falta un poco de humildad. Es un tipo grande, pero..., así se vuelve pequeño. Sí..., la otra vez fue igual. Un poco de humildad. Bueno..., quizá no tan poco..., la verdad, creo que le falta un camión de humildad..., qué va, un campo de amapolas de humildad..., ahora lo veo claro..., es triste pero..., le falta... un MAR de humildad. Y tampoco tengo tanta buena voluntad como para saltar su océano.
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6 comentarios:
No se quién es L. pero quienes viven en el yo-mi-me-conmigo no merecen que se les navegue. Hasta las piezas de museo, aunque admiradas, dan retorno.
No estés triste y bienvenida de nuevo.
Jose
Es que no vale la pena tenerla, hay otras personas que si la tienen incluso tienen un campo de girasoles...
Un abrazo
Por lo menos puedes ver claro donde no te gusta nadar ... a veces nos sumergimos sin darnos cuenta en océanos que no nos merecen.
Besos mil !!
Jose! Qué alegría verte por aquí! Supongo que sí, que hay un momento en que se siente claro, aunque cueste renunciar a lo bueno de esa persona, pero hay cosas que uno no puede tragar, incluso aunque quisiera. Besos grandes.
Pluvisca,
claro, afortunadamente las hay! Muchos besos
Anitaaaa,
un gusto verte por aquí. Bueno, no creas que no cuesta, como le digo a Jose, pero se va aprendiendo, aunque duela creo que es más sano :). Otros mil para ti.
Te vi por mi blog, me decís que seguís a Ximo y si te gusta su humor, ya eso nos une =)
Me quedo a leerte, esto que he leído y que es muy breve y que es lo primero que leo me da una muy buena impresión, abarca una mirada amplia y profunda, casi tanto como ese mar que no querés recorrer, porque sabés que le falta algo fundamental para mantenerte a flote.
Aquí me quedo!
Saludos!!
Ay, creí que te había contestado ya.
Me alegro mucho mucho Pato de verte por aquí, encantada de que te quedes :).
Abrazos,
ana
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