4 de marzo de 2011

Elijo vivir

Las muletas
Durante siete años no pude dar un paso. Cuando fuí al médico me preguntó: ¿Por qué llevas muletas? Porque estoy tullido, respondí. No es extraño, me dijo. Prueba a caminar. Son esos trastoslos que te impiden andar. ¡Anda, atrévete, arrástrate a cuatro patas! Riendo como un mostruo, me quitó mis hermosas muletas, las rompió sobre mi espalda sin dejar de reir, y las arrojó al fuego. Ahora estoy curado. Ando. Me curó una carcajada. Tan sólo a veces, cuando veo palos, camino algo peor por unas horas.
Bertolt Brecht






Hoy he soñado que estaba en un bosque en el que nunca amanecía, pero como en cuentos y parábolas, había una forma de alcanzar la luz: imaginarla. Creer en su existencia, actuar como si fuera real, aunque pareciera de noche. Construir un bosque de luz, que viviría dentro de mí hasta que fuera más real que la propia oscuridad; en ese momento, y solo en ese momento, estaría listo para nacer.

Para ello había que ignorar la oscuridad que me rodeaba aunque me llamara con la misma potencia de una manada de lobos aullando en luna llena, intentando convencerme de la inutilidad de mi plan y engatusarme con las maravillas de su naturaleza tenebrosa: "Estarás protegida de los rayos del sol, que pueden incendiar tu piel. Tendrás un sueño más profundo y prolongado. Estarás al abrigo de miradas indiscretas, eligiendo siempre cuándo quieres ser vista; al abrigo de emociones explosivas y peligrosas que sólo crecen con la luz". Al abrigo de la vida.

Envuelta en el manto negro del bosque he empezado a temblar, pero he sabido enseguida cuál era mi decisión, pese a los temblores. No era la más cómoda aparentemente, cambiar de piel nunca fue cómodo, pero sí gratificante. Me he despertado y he escrito esto:

Elijo vivir

en lugar de diseccionar la vida

darle siete mil vueltas y cuando ya estoy mareada

decir vaya vida horrible.

Elijo vivir
en lugar de defenderme, esconderme
de mirarme el ombligo de mil formas sutiles
y hasta admirables (si se pudiera admirar que alguien se mire el ombligo).

Elijo vivir
en lugar de pedir permiso.

Elijo vivir
dejarme llevar por la corriente vital
y terminar con la ardua tarea de correctora de vidas (propias y ajenas).

Elijo vivir
abrazar la incertidumbre, la imperfección
reírme de mis miedos como si fueran una película cómica
y apagar la pantalla cuando ya no me río.

Elijo vivir
darme
no ocultar lo que hay en mí de bello ni mis dones
no son ni tan buenos ni tan malos como para sonrojarme.
No guardar mi amor para mejor ocasión
no hay mejor ocasión que cuando mi corazón me lo pide.

Elijo vivir
arrojar mis muletas al fuego
y amar
con toda la generosidad de que sea capaz.

Elijo construir
construir...
grandes puentes
sonrisas nutritivas
ideas creadoras
planes de futuro (con presente)
pensamientos de colores que traigan días luminosos.

Elijo vivir
como religión
como ilusión.
como primer y último fin.


3 comentarios:

Reportera de interiores dijo...

Hola, Pluvisca

muchas gracias por tu comentario, que acabo de borrar queriendo borrar uno mío, ay...

Claro que no es fácil VIVIR, esto es una declaración de intenciones, ahora empieza el trabajito :)!!!

Besos.

ÍndigoHorizonte dijo...

En la elección está la vida. Un abrazo y ánimo.

Reportera de interiores dijo...

Gracias!