28 de diciembre de 2009

No puedo con ella I

Ya no es esa angustia que me atenazaba la garganta
ese andar por las calles de luces como si el suelo no fuera para mí y me fuera a colar por cualquier grieta.
Ni esa rabia contra lo establecido
o esa impotencia ardiente.

Ahora es más
como si me saliera de la postal y la mirara desde fuera
estupefacta
incrédula
triste,
veo mucha gente comprando a la voz de "ahora hay que regalar"
reuniéndose con gente que no quiere ver, o al menos en ese momento,
sintiéndose muy triste porque echan de menos a alguien
pero lo echan mucho más de menos que en primavera o en otoño
sólo porque está escrito en el aire y en los belenes
que en estas fechas hay que estar juntos, hay que ser buenos.
También veo gente que se lo pasa bien, pero esa gente se lo pasa bien en cualquier otro momento.
Yo... yo.... yo...
nací rebelde, qué le voy a hacer.
No puedo con ella.
Es como una película lacrimógena de estrenos tv a nivel nacional (o mundial, pero me quedo en territorio conocido),
lo malo es que las lágrimas son de verdad,
es como si una mano invisible subiera el volumen de las emociones
y eso nos afecta a todos, creamos o no,
porque hemos nacido así, envueltos en este papel de celofán cuando llega ella.
Como un dedo que señala nuestros dolores
los pequeños, que pueden ser grandes en una noche o minuto determinado
y los grandes, de hospitales, muertes, ausencias.
¿Y por qué? Pregunto como una niña ingenua mientras miro la postal
¿Por qué?
Por qué tiene que impregnarlo todo
por qué no lo viven los que creen en ello y nos dejan respirar aire puro a los demás.

¿Por qué, por qué.... por qué...?
Por qué no dejan la postal virgen para que cada uno podamos dibujar lo que queramos,
ay, qué sensación de libertad sólo imaginarlo....
Quizá sea una utopía
pero quiero soñarla, abrazarla,
pensar que podría ser posible
o tal vez ir creando pequeños espacios
laboratorios donde haya sitio suficiente para pintar nuestros propios colores.

3 comentarios:

Ana A. dijo...

Me ha ENCANTADO esta postal navideña. Coincido en las reflexiones y en las sensaciones navideñas, tengo una visión parecida de estas fechas ... como si alguien subiera el volumen de las emociones ...

No obstante, tengo que confesar que estas han sido mucho más dulces ... siempre llegan vientos mejores.

Besos de presentación

Reportera de interiores dijo...

Hola, Ana! Pues a mí me ha encantado tu viaje por mi blog, qué guay tantos comentarios en un ratito! Muchas gracias por tus impresiones y tus comentarios hogareños tb. :-)
Yo tb. me identifiqué con tu texto sobre las navidades claro... No voy a contestar todos tus comentarios entre otras cosas porque no creo que los llegaras a leer.
Un placer tenerte por aquí y poder visitarte a ti también.
Un besazo,ana.

Ana A. dijo...

Que ha un truco para leer lo que contestas a los comentariooooos .... me te llegan las respuestas al correo si despues de dejar el comentario marcas la casilla que hay debajo donde dice que quieres SEGUIMIENTO jejejejejejeje
Fue un gustito linda.
Besos