Me sorprende ver cómo se me han caído barreras mentales que antes ponían obstáculos a tantas cosas. De repente, ante la misma situación, donde antes existían ahora me paro, observo y, qué relax, han desaparecido. Uy, qué vertigo, cuánto espacio, pero que sensación de calma, de que el mundo es ancho y tengo más sitio para caminar.
Tenía un apartamento con habitaciones minúsculas y ahora tengo un loft. Creo que la época dura de obras se ha terminado, sólo queda afianzar un poco la estructura y luego, lo mejor: decorar. El placer de embellecer, matizar, buscar mis colores, dibujar sólo lo placentero, lo que contenga, cultive o propague amor.
3 comentarios:
Todos necesitamos espacio para ponerle colores a la vida. Recuerdo que me animaste hace tiempo a escribir un blog. Espero que me sirva de terapia.
aranjuezalangson.blogspot.com
Besos
¿Tú también tienes vértigo? ¡Viva el vértigo! :-)
Si que coincidimos sip.
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