22 de julio de 2008

Soñando despierta

Estoy entre tules o nubes o bajo un dosel de vaporosos algodones.
La luz es anaranjada
hay un olor tibio a alegría calma
a dicha conocida y bien cuidada.

Entretejo mi siesta
entre un inevitable duermevela
y tus últimos poemas.
Hay uno que habla de mí
lo leo una y otra vez
y no me asalta el miedo ni la duda
ya crecí, la felicidad y yo podemos estar en la misma habitación.
Entras con cuidado,
dejas las zapatillas
y agrandas tu sonrisa
al mirarme.
Te acoplas a mi cuerpo
y me abrazas
con toda la luz que te cabe en el alma.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sencillo, precioso, tú.

Reportera de interiores dijo...

Querido anónimo:

creo que sé quién es usted ahora, pero al principio le confundí. Podría usted dejar de ser anónimo/a y dejar unas sencillas letritas que indiquen su nombre después de su comentario la próxima vez? No corre ningún riesgo, a no ser que ponga el teléfono al lado, en ese caso ya no me hago responsable. Más que nada porque es muy grato encontrar aquí comentarios, pero si son huérfanos de autor dejan un sabor a aire que no me gusta.

Suya,

ana