30 de agosto de 2006

Cuando el descanso me busca,
el cielo de los sueños
está ya repleto de oficinistas,
parece que no hubiera hueco para mí
(ojalá).
Pero me resisto,
invento haikus*
y dibujo en el margen
sinsentidos de adornitos.
Mi mano también necesita
explorar mundos sin letras.

Todo tipo de viajes
de líneas azules
sobre este universo blanco,
acogedor ahora,
por no emprender
el nada apetecible camino
con destino al despertador.

Un lunes más
de números,
teclas y cajitas cerradas:
diminutos recuadros
donde no cabe un sueño,
ni pequeño.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

* Es viernes tarde
los árboles me esperan
me duele el lunes.


Llegar importa
pero el camino es vida,
¿hueles la lluvia?


Rozando el mar,
sortilegio del viento,
el tren me acuna.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra vez la última estrofa (Un lunes más...) es la que más me gusta.
Atención, curiosos y rastreadores de blogs, que buscáis algo que despunte, algo que os sorprenda, mirad directamente las últimas estrofas de esta Reportera de interiores, que son las que merecen la pena, y después leéis las demás estrofas que las preceden, que también tienen provecho para el alma y el oído. Hala.

Anónimo dijo...

cayó la noche
en el móvil tus letras
mi mano calló