13 de junio de 2010

Es lo que odio del amor, que de repente parezca imprescindible. Tú estás tan tranquila con tu vidita sin altavoces, porque no hay nada que gritar a los cuatro vientos, sin pájaros que coreen por la mañana los besos que te despiertan. Deseando que aparezca, pero disfrutando de esa comodidad que da el no tener que arriesgar nada. Tú estás ahí, en ese limbo absurdo, cuando aparece alguien que te mueve un poquito el suelo, así como jugando a tirar del mantel... Y de repente, sólo quieres que esté ahí, que te quiera, que te abrace. Eres capaz de apoyar la cabeza en la nevera haciendo círculos mientras sueñas con sus ojos o piensas en cómo dijo esa palabra o qué tierna sonó su voz en tal instante..., o de perder infinitos minutos con una sonrisa cándida frente a sus palabras en el ordenador. Y entonces, al ritmo que tu vidita va creciendo para ser VIDA, también se agrandan los: y si..., cuando sepa..., cómo voy a... sin él. Y ya tu vidita parece que no tiene sentido sin esa otra vidita que te enciende. Ay..., ¡cómo odio el amor cuando se pone tan estupendo!

8 comentarios:

ÍndigoHorizonte dijo...

Lo odias, pero brillas con él. ¡Enhorabuena! Preciosa explicación de ese amor tan estupendo que, a veces, nos descoloca y, por eso, precisamente nos coloca aún más. ¿O no? ¡Quién sabe!

Ana A. dijo...

Acojona ehhhhh? jejejejeje, las contrapestaciones de la llma son los brillos de los miedos que se agrandan ...

Besos besos

Ana A. dijo...

De la llama quería decir :D (hablando de los fuegos artificiales ...)

Pluvisca dijo...

Envidia sana me das jooooooooooooo

Mira que te digo, que lo disfrutes cada instante, te empapes de él y vivas esas burbujitas llenas de mimos

Buen domingo

Un besazo

Rocío Díaz Gómez dijo...

¡Cómo me gusta esta entrada tuya! Porque cuentas tan bien algo que es tan cierto... Me gusta mucho. Dicen por ahí que algunas equivocaciones nacen de pensar cuando hay que sentir, y de sentir cuando hay que pensar... Quizás. Yo siempre elijo sentir. Ya pensaremos mañana... Que te vaya muy, muy bien, y ya sabes, tú siente, lo demás ya se verá. Un abrazo muy fuerte, Rocío

Reportera de interiores dijo...

Jo, chicas, cómo agradezco vuestro calor, vuestra respuesta rápida después de tanto tiempo sin escribir. Y ahora..., en fin, desfacer el entuerto... Siento haberos engañado sin querer..., aunque como ha sido para alegraros no me pesa. Escribí esto a raíz de un germencito, incipiente, como todos los de su categoría, o incluso un poco más. Por un lado, mi tendencia a convertir la semilla en árbol en el primer minuto, y por otro, lo que hice fue también recrear a partir de lo que sentía, cosas que me han pasado otras veces. Así, que, lo siento, chicas, más por mí que por vosotras ;-), pero finalmente no hay árbol, ni siquiera plantita, pero creo que esto me ha despertado y voy a seguir escribiendo un poco sobre el amor, pero más bien sobre la ausencia de.

INDIGO, encantada con tu visita y tus palabras, claro. Yo creo que sí, que al final ese descoloque, coloca. Un abrazo y bienvenida.

ANITAAA, qué bueno que vinisteee! Me alegra verte de nuevo por aquí. Muy bonita la imagen llama-brillos..., sí... Ya he visto tu giro, muy interesante, ya pasaré por ahí. Besitossss.

PLUVISCA, mira, esto es lo que más siento, la envidia que te he dado.. para nada... Pero tus burbujitas de mimos han merecido la pena, ¡qué imagen más bonita! Un abrazo, preciosa.

ROCÍO, guapa, cuánto tiempo... Bueno, me alegro de que te guste mi descripción, aunque sea pura invención y memoria... ;-) Muy buena esa reflexión, lo difícil es discernir, ¿no?, cuándo hay que pensar y cuándo sentir. La vida misma. Un abrazo grande y a ver si se acaba de concretar pronto esa reunión pendiente.

Ana A. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ana A. dijo...

Nena, no habrá árbol ni plantita esta vez, pero hay una semilla de oro .. tu capacidad de enamorarte y amar ...
Mil besos

(el anterior comentario suprimido, mío ... )