25 de marzo de 2015

Juego de lluvia

La lluvia estaba triste de oír todo el día: "Uf, otra vez", "No, por favor", "Que deje ya de llover", "Jo, que depre".

Como decía, la lluvia estaba lluvia...

Pero una voz desde el centro del árbol opinó: "No, perdona, ¿quién ha dicho que lluvia y triste sean lo mismo? Qué comodos y extraños sois los humanos, aguantáis injusticias del tamaño de siete montañas y os molesta que se os moje un poco el pantalón".

-Ay, ha sido un lapsus, si yo estoy a favor de la lluvia... Oye, ¿pero quién habla?

-¿Yo? Una millonésima parte de ese agua que cae y tanto os molesta
-Una gota, vamos, ¡dilo sin complejos!
-Sí...
-Pues mira, si yo lo que estaba haciendo era empezar a escribir empatizando un poco con la lluvia..., que a mí me cansa esto de quejarnos tanto de ella. Pero ya que te has dado a conocer, tal vez es mejor que hables tú.
-Vale, pero nosotras somos de pocas palabras, aunque un mensaje sí nos gustaría daros. Creo si os dierais cuenta de que el agua es VIDA, no os pasaría esto, pero como os llega por el grifo desde pequeños, a no ser que haya una sequía impresionante no hacéis la conexión. Porque incluso aunque se pudiera beber agua embotellada y así subsistir, ¿os imagináis un mundo sin parques, bosques, ríos? Hacedlo por un momento. Sed conscientes de lo que os da el agua, o sea la lluvia, o sea, nosotras.






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