Durante años dispersa deshilachada. Trozos de mi esencia de mi más profundo y querido yo perdidos, deshabitados, famélicos dormitaban pensando que una enfermedad terminal acababa con ellos. Gracias al cielo, no, gracias a mí, poco a poco estoy encontrando mis piezas del puzzle y las voy uniendo… Mi corazón se reacomoda se ensancha, se estira y pone a prueba sus músculos de pronto tiene sitio para respirar incluso para crecer. Y mientras me recopilo y doy forma a la que soy una dulce sensación: me gusto esta sí soy yo no me vuelvo a abandonar. Ni el dinero ni el deber ni las ideas protectoras de nadie me van a separar del camino que me lleva hasta mí. |
Lo cotidiano, lo humano (y poco divino). Sentimientos, presentimientos, pensamientos y otras flores..., a veces con humor, casi siempre con amor.
30 de junio de 2007
Recopilándome
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1 comentario:
Oi Ana,
Me encanta esa sensación de reencuentro con las propias raices que brota en el poema. Y qué hermoso eso del corazón que se ensacha buscando espacio para crescer!
Besos.
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