5 de diciembre de 2012

Imperfeccioneando

Ahora que estoy tratando de dejar de ser perfecta... eh..., no... Empiezo de nuevo: ahora que estoy intentando asumir mi imperfección, me dan tranquilidad, incluso alegría, las pequeñas imperfecciones de los demás. Es como si alimentaran las mías diciéndome en voz muy baja: “No pasa nada, Anita, ves, todo el mundo se equivoca, no tienes que ganar ningún concurso n¡ esperar la nota más alta de papá. No, todo es más sencillo. Déjanos vivir contigo; tú estarás mucho más relajada y te reirás mil veces más y nosotras podremos respirar un poco”. Y bueno, sí, de momento he decidido hacerles un hueco en mi casa.

La canción de tu alma

En la entrada del siete de noviembre os mencionaba algo sobre la filosofía Ubuntu, que se recoge en este poema; me siento en la obligación casi de colgarlo ahora que me lo he vuelto a encontrar de causalidad ya que os dejé un link a un programa de radio, pero entiendo que no todo el mundo va a escuchar el programa entero buscando algo. Por tanto, aquí os lo dejo; que lo disfrutéis y me encantará saber qué os parece:

La canción de tu alma 

"Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada, se interna en la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan
hasta que aparece la canción del niño.

Saben que cada alma tiene su propia vibración que expresa
su particularidad, unicidad y propósito.

Las mujeres entonan esta canción y la cantan en voz alta.
Luego retornan a la tribu y se la enseñan a los demás.

Cuando nace el niño, la comunidad se junta y le cantan su canción.
Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le canta su canción. Cuando se inicia como adulto la gente se junta nuevamente y
canta su canción.

Cuando llega el momento de su casamiento, la persona escucha su canción. Finalmente cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se acercan a su cama e igual que para su nacimiento,
le cantan su canción, para acompañarlo en su transición.

En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los pobladores cantan la canción. Si en algún momento de su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, lo llevan al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor, entonces… le cantan su canción.

La tribu reconoce que la corrección de las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de la propia identidad. Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros.
Tus amigos reconocen tu canción y la cantan cuando la olvidaste.

Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes ni la oscuras imágenes que muestras a los demás.
Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo;
tu totalidad cuando estás quebrado;
tu inocencia cuando te sientes culpable y
tu propósito cuando estás confundido."

Tolba Phanem
Mujer, Poetisa y Escritora Africana