18 de enero de 2010

Hace un ratito he respirado primavera. Podía ir con la bufanda suelta y sin encoger los hombros de frío. He asomado la cara al cielo a ver qué me decía y me he encontrado con unas breves copas de árboles, casi ramas. Pero ha sido suficiente para saciar mi apetito de bóvedas*. Han dibujado contra las nubes una postal japonesa. He caminado un momento sin mirar otra cosa, respirando consciente ese breve lapso en el invierno. Después, de vuelta al trabajo, he subido las escaleras casi de dos en dos.



*Los que no conozcáis esta pasión mía, podéis mirar la etiqueta. En breve a ver si cuelgo más fotos que tengo por ahí dormidas.

17 de enero de 2010

Después de un día negro
conviene utilizar un buen suavizante que llegue hasta el último rincón de nuestro ser.

Para suavizar la mente un poco de meditación
con un toque de notas calmas, muy calmas.
Para el alma, un poema de los que te traspasan
y te hacen sentir parte de un todo.
Para el corazón, una música suavecita, que te cante al oído
(si cantas tú con ella, hace mucho más efecto).
Y para la piel...
la que nos comunica con el exterior
un bañito tibio de caricias
(no importa si son autocaricias si no hay alguien cerca, incluso mejor, es una bonita forma de reconciliarse con uno mismo)
y para todo nuestro cuerpo por dentro
ese que habitamos dejando huellas de cada pensamiento y deseo,
una de las grandes delicias de la vida
bailar,
busca tu canción de ese momento
una de esas que te llegan directamente a las células y se mueven solas
más rápido o más lento da igual (la música clásica se puede bailar)
olvida todas tus ideas sobre hacerlo bien o mal
y siéntete una hoja movida por el viento.

11 de enero de 2010

"Estos son mis hijos, y los defendería de mí mismo si fuera necesario."

Me impactó esta frase. Pertenece a La boda del monzón, se la dice el tío, casi padre adoptivo, de una adolescente de la que abusaron cuando era niña al familiar que abusó de ella. A mí la película me encanta, sobre todo por la capacidad de sacar a la luz la verdad en situaciones intrincadas en las que la mayoría haría lo contrario. Y esta frase en concreto..., eso de pasar por encima de uno mismo para cuidar a alguien me parece impecable. Gracias, Mira Nair (la directora).

10 de enero de 2010

Los formales y el frío, Mario Benedetti

Este poema me gusta muchísimo. Es casi como un pequeño relato sobre cómo llega el amor cuando parece que la formalidad no va a dejar que ocurra. Utiliza una repetición que le da una chispa de humor y fuerza al mismo tiempo. Que lo disfrutéis.

Por qué

Por qué tantas veces se esconde el amor
Por qué tantas personas pierden años de su vida
por no dar ese paso
por no decir esas palabras
¿Tan grave es un no?

Con el corazón hacia dentro
una tristeza infinita en la mirada
y besos ocultos en todos los rincones de su cuerpo,
así viven (o mueren en silencio).

Silencio
silencio.
Que no se note
no es bueno mostrar los sentimientos
no es elegante
se pierde la compostura
el respeto, todo.

Eligen esa vida en minúsculas
ese supuesto destino
porque un no
parece tener una capacidad tan abrumadora de destrucción
que les hace olvidar
que por esquivar un no
pueden estar perdiendo el sí.

8 de enero de 2010

Apenas y a penas, Mario Benedetti

Como os dije voy a iros trayendo locuciones mías, tanto de otros poetas como mías. Y empezamos con Mario Benedetti y su libro "El amor, las mujeres y la vida". He hecho una selección para un regalo y ahora voy a ir mostrándooslos aquí. La calidad es bastante mejorable, os pido disculpas y espero poder resolverlo para las siguientes grabaciones.

Este poema es una delicia. El recorrido del cuerpo de la amada con la intensidad de estar pensando que puede ser la última vez.

La dulce libertad de los márgenes

Hay quien escribe en los márgenes las cosas que no se atreve a escribir en el cuerpo del cuaderno. Yo estoy descubriendo que, de cuando en cuando, tengo la costumbre de salirme de la vida.

Como una triste y esbelta caligrafía, vivo sin luz en mi cuaderno de dos rayas; ellas marcan certeramente mi camino. El único camino en este horizonte de papel. Y cuando me toca ser una b, sonrío para mis adentros porque me siento muy libre de salirme por arriba, de sacar un bracito sobre la raya. Lo mismo me pasa cuando soy j o p y cuando soy ;:¨,^_\" siento una especie de cosquilleo... una suerte de guiños que me hace la vida (¿o se los hago yo a ella?). Pero el resto del tiempo me comprimo para ajustarme a esta minúscula ruta. Limo mis esquinas, porque no encajan con la geografía de las rayas. Silencio los cantos que, como pájaros, no conocen paredes. Busco entre mis lágrimas una salida imposible.

Me quito la venda de los ojos, de la piel..., y veo: en los márgenes. La vida, la VIDA, está en los márgenes.