13 de septiembre de 2009

Hoy, mientras hacía ejercicio en el parque, he visto dos escenas muy poco habituales que me han llenado de alegría. Curioso porque ver una ya me sorprendió, y unos metros más adelante me encontré con otra similar. Una pareja de edad avanzada, bastante, vamos de setenta para arriba, en actitud de enamorados. Ajenos a lo que les rodeaba y a si eso era aceptado o no. Si pudiera los multiplicaba. A ver si viéndose unos a otros se animan.

Lo que QUIERAS hacer hoy, no lo dejes para mañana

Tenía pensado iniciar una nueva sección, por llamarlo de algún modo, siguiendo un poco en la línea de la última entrada, que hablaba de las sonrisas y después de hablar con mi hermano y comentarme que ha muerto un compañero suyo por una "caída tonta", lo voy a hacer con más razón. Una noticia así siempre te deja una sensación de que somos un soplo de aire, y aparte de un poco de angustia a veces inevitable (y más hoy, que yo también he tenido una caída tonta, pero con más suerte, aunque confieso que después de escuchar la noticia me está doliendo todo), intento aprovecharlo para poner más énfasis en VIVIR y en las cosas realmente importantes. Esto puede sonaros manido porque lo requetesabemos, pero es que la gran mayoría solemos requeteolvidarlo también.

La nueva sección consiste en contar cosas que veo que me emocionan, por pequeñas que sean, o más bien, por sencillas que son. Pero de pequeñas nada, muy grandes. De las que nos alumbran la sonrisa, precisamente. Crear de alguna forma una especie de álbum de buenos momentos. Además os animo a que también me dejéis los que vosotros veáis.

7 de septiembre de 2009

Una sonrisa tuya bastará para sanarme

Hoy ha venido un chico nuevo a la oficina, ha sonreído y me ha llenado el día. Es de otras latitudes y traía una sonrisa ancha, como de hombro a hombro, de continente a continente, de humano a humano. De no importarle nada (nada) que los demás vean que se entrega todo él en ese acto sagrado de sonreír (en él, lo juro, es un acto sagrado). Creo que es lo que busco cada vez más: sonrisas; es lo que más me compensa. Sonrisas con luz, esas que vienen de dentro, muy adentro, y después de dibujarse en la cara se quedan un buen rato, y dejan a su alrededor un aire lleno de sentido. Creo que la mejor forma de atraerlas es cultivar la propia como si fuera nuestro principal alimento (que quizá lo sea). De modo que cuidaré la mía cada día con los mejores pensamientos y con la idea de que, sin duda, lo único que en este loco mundo nos inyecta auténtica vida es otro ser humano delante que nos da lo mejor que tiene sin envoltorios ni restricciones.

5 de septiembre de 2009

Entre yo y yo

- Jo, si hace veinte años hubiera sabido lo que sé ahora de esto, me habría comido el mundo...

- Ya, pero en aquella época yo no comía mundos.
No no No no ¡NO! nooooooo no NOOO nonononono... NO NO..................... (eh... esto..., ¿algún sí por ahí?)