30 de junio de 2007

Recopilándome

Durante años dispersa
deshilachada.
Trozos de mi esencia
de mi más profundo y querido yo
perdidos, deshabitados, famélicos
dormitaban
pensando que una enfermedad terminal
acababa con ellos.

Gracias al cielo,

no,
gracias a mí,
poco a poco
estoy encontrando mis piezas del puzzle
y las voy uniendo…
Mi corazón se reacomoda
se ensancha, se estira y pone a prueba sus músculos
de pronto tiene sitio para respirar
incluso para crecer.

Y mientras me recopilo
y doy forma a la que soy
una dulce sensación:
me gusto
esta sí soy yo
no me vuelvo a abandonar.
Ni el dinero ni el deber ni las ideas protectoras de nadie
me van a separar del camino
que me lleva hasta mí.

23 de junio de 2007

40 titanes o un giro mental

Me sujeto,
con la fuerza de
40 hombres,
aplacándome
atándome de pies y manos
para no reaccionar otra
otra otra otra vez
de la misma forma que siempre.
No quiero hacernos daño
al menos a ti,
y quizá yo,
de paso,
madure.

40 titanes son necesarios
para que mi pequeña mano
no marque ese número,
y mi breve lengua
no articule esa incómoda frase.

La soledad
vive su mejor momento
llenando con su vacío
todo mi cuerpo
y más allá.

Es como un romper de huesos
un ensanchamiento de músculos
¿será esto crecer?
Recuerdo haber oído de niña
"le duelen las rodillas porque está creciendo".
Creo que sí
que he dado un pequeño estirón,
y es algo más serena la visión
desde este nuevo horizonte.

21 de junio de 2007

Mi fantasma
mi sueño
mi sangre,
el espejo que me anula
el que me viste de noche.

Lo mismo que quiero ir hacia él
abrazarle,
quiero huir
negar que existe,
esconderle lejos
en lo más profundo de mí.
Cerca.
Me quema.

Cuándo podré abrir los ojos y
sin cerrarlos,
de pie
entera,
sin esconder mi sonrisa
ni mi fuerza
mostrarle mi alma e invitarle a que pase
desearle que lo haga
no morirme si no lo hace.

Es un minuto la vida
quiero mi parte del cielo
no vivir sin ella.

Logros y fuentes de sabiduría
me alivian
pero quiero tocar tu ser
con mis dedos de algodón.
Quiero mi trozo del cielo
en tus ojos.
Bendecir tus pasos
tus labios
tus manos abiertas al mundo
(y a mí).

Ruego
a mi yo sinuoso y escarpado
al que vela por mi malestar,
que me deje
sentarme serena
junto a él
como si fuera su igual.
Que no me deje conformarme
con una sonrisa en los ojos
cuando he visto mi alma
bailar entre los árboles.

El laberinto de mi vida
me ha llevado lejos
siempre lejos de ti
de ese tú que quiero.

Y a un paso de rendirme
de nublar mis ojos
con un paisaje
sólo agradable,
a un paso de elegir el gris
por miedo a que
el azul no exista,
no sea para mí,
no llegue a tiempo...
A un paso de enterrar mis ojos
en la dulce cárcel
de quien me acuna pero no
me hace vibrar.

A un minuto
de mi propio destierro,
detengo mis pasos
desabrocho mi coraza
despacio
impaciente,
con un sabor a flores
en los labios
que me dicta mis siguientes movimientos.
Como una pluma que dirige
en clave de caricia
mi orquesta interior.

Y me desnudo entonces
con un temblor
en el filo del alma,
me desnudo
y ya no me pertenezco
soy de la música
que emana de tu cintura
y no me importa,
bailo durante horas
me desato el pelo y saboreo
sin tu permiso
la esencia de tus sienes
el color único de tu alma
el milagro de tu sonrisa.

No me pertenezco
pero soy más mía que nunca.
"Surgiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cimas de la miseria" -Groucho Marx-.

Surgiendo del caos hemos alcanzado las más altas cimas de la neurosis.